Como casi todo lo que podía ver por las calles de París me parecía bonito y elegante , los kioskos de prensa no iban a ser menos. Aquí les dejo a uno de ellos (con su kioskero y su clienta) y así, después de casi un mes, doy por terminado este dibujo. Espero que, como siempre digo, lo disfruten tanto como yo lo hice al dibujarlo.
